SOÑAR EN VOLAR
Soñar en volar.
Todo empezó una mañana, cuando miraba al cielo y ahí estaban ellos, volando sobre mi cabeza, girando y cada vez los veía más alto, nunca llegué a imaginar que un trozo de tela pudiera llegar a esa altura, entonces los seguí en mi silla de ruedas hasta llegar a ver cómo aterrizaban, y me fijé como lo hacían de pie como si de un pájaro se tratase, por un momento quise imaginarme allá arriba, pero no me veía, porque tanto como para despegar y aterrizar necesitaría correr, pero al estar en estado, mi discapacidad ya lo vi imposible.
Me acerqué y le pregunté al piloto del biplaza si había alguna posibilidad de poder cumplir ese sueño de volar. Y sonriendo me contestó que si yo estaba dispuesto a cumplirlo, y yo le dije que sí, y seguidamente me respondió que tenían un arnés adaptado y con ayuda de profesionales en el despegue íbamos hacer del sueño una realidad.
Al día siguiente quedamos en el punto de encuentro, donde estaban esperándome para trasladarme a su furgoneta y poder subir hasta el despegue, imaginándome como iba a salir todo.
Luego mientras íbamos por el camino, los comentarios de los compañeros eran graciosos y divertidos, transmitiéndome tranquilidad y confianza.
Al llegar, bajan un carrito del coche, que prepararon para poder subirme a él, y así lo hicieron, me sentaron y me vi cómodo y seguro.
Seguidamente me llevaron a la rampa del despegue y allí mientras el piloto se equipaba, los compañeros me transmitieron mucha confianza y tranquilidad y llego el momento de despegar.
Esperamos que la brisa fuera lo suficientemente y en ese momento veo como el parapente empieza a inflar y se coloca sobre nuestras cabezas, son solo décimas de segundo y junto con los compañeros que nos asisten en el momento de despegar ya estamos en el aire y dejamos el suelo detrás.
En ese momento te das cuenta que nada es imposible y mientras estas volando el piloto te va hablando y preguntando si estás bien, si estas disfrutando del vuelo, enseñándote rincones de la isla que solo se ve desde el aire y la verdad que es muy IMPRESIONANTE.
Mientras disfrutábamos del vuelo, me comenta el piloto que vamos hacer la aproximación de aterrizaje, pero que no me preocupase que todo iba a salir bien, y así fue.
Fue un aterrizaje limpio como de una pluma se tratase, casi que no me di cuenta como el carrito llego a tocar el suelo, espectacular tanta profesionalidad.
La sonrisa que tenía era inexplicable, porque llegué a cumplir un sueño que pensé que no podía hacer jamás.
Y agradecer a Jaime y TENERIFETOPPARAGLIDING por su gran profesionalidad en su trabajo, el buen trato y confianza que te transmiten desde el primer momento.
Josa A. García Morales