Tony Pérez era surfista. Cuando sufrió una lesión en el esternón practicando surf en 1996, los médicos le dijeron que tenía que descansar durante unas pocas semanas. En ese periodo el hermano de Tony estaba realizando un curso de parapente. Uno de los días se llevó a Tony para inscribirse y al segundo día Ya bajaba por las laderas del volcán de Güimar con los miembros del club de parapente Izaña. A día de hoy sigue con la misma pasión de aquel entonces.